El ESPEJO
El espejo me atrae y me fascina, todo al mismo tiempo.
Dentro de esa luna plateada vive mi otro yo, que es real, que no miente, que habla sin palabras, que "da siempre respuestas" como decía Borges, sin importarle si es doloroso o cruel lo que dice.
Hay momentos que me sonríe como antes diciendo: -Estás bien, hoy puedes, la vida, la calle es tuya, te espera-
Otras veces me mira torvamente, su mirada es oscura y turbia. Es inútil que limpie el cristal porque no cambia. Su gesto es duro y al mismo tiempo triste. Observo que me habla en un lenguaje que no quiero escuchar, pero es fuerte, sonoro y no puedo dejar de oírlo, desde mi alma.
Me alejo, pero si fuera un imán que me atrae, vuelvo. Y con la esperanza de notar un cambio cubro mi cuerpo con un lindo vestido, aros, collares, pulseras, todo.
Me cubro, no, no, me tapo, me escondo!! Y vuelvo a asomarme al espejo.
Pero allí está esperándome la "otra", la que no quiero ver, aunque ahora está cambiada: se ríe, con una risa que me eriza la piel, porque presiento la burla.
- Estás igual- me dice- Cambiaste solo tu aspecto exterior, lo que se ve, pero adentro sigues igual. No voy a mentirte, conozco tus cicatrices y tu cuerpo gastado. Tu rostro perdió su lozanía y tus ojos están opacos, sin luz. Tus labios cerrados, herméticos y entreabiertos como antes , como si quisieras esperar un beso.
Retrocedo ante esa verdad inexorable y por un deseo irreprimible quiero ser la de antes y aunque sea por unos instantes escuchar palabras de elogio. De complacencia ante mi presencia.
Miro el reloj. Se hace tarde. Entonces casi sin mirar y con la maestría que dan los largos años de una rutina cotideana, me maquillo, "me hago la cara" y veo desaparecer bajo la capa de cosméticos a la "otra".
Pero con una última mueca feroz, el espejo yo, la "otra", se ríe y su carcajada me sigue cuando ya lista para salir, cierro la puerta de calle con llave.
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Este breve cuento está inspirado en mi admirable Borges del cual soy ávida lectora, aunque hay que reconocer que el ser humano tiene su "otro" que no siempre queremos mostrar y que nos dice, como el cuento, la verdad por dolorosa que sea.
María Luisa Chaves, ( Chichí